Causas, síntomas y tratamiento de la artrosis de rodilla

La osteoartritis de la articulación de la rodilla es muy común en los ancianos, especialmente en las mujeres. También se diagnostica en jóvenes. Esta enfermedad reduce significativamente la calidad de vida y, si no se trata adecuadamente, puede conducir a la discapacidad.

¿Cómo reconocer la artrosis? ¿Cuáles son las causas de esta enfermedad? ¿Cómo curarlo?

señales

La artrosis es una lesión del cartílago hialino de la articulación. Este cartílago se destruye gradualmente. Primero, su estructura, la densidad cambia, luego se vuelve más delgada. En casos severos, el cartílago puede estar completamente ausente.

Siempre hay una carga bastante fuerte en la articulación de la rodilla, porque es uno de los grandes elementos estructurales de la extremidad inferior. Por lo tanto, los signos de artrosis de la articulación de la rodilla se notan incluso con daños menores en la articulación.

En la osteoartritis de rodilla, los síntomas se asocian con dolor y pérdida gradual de la función de la rodilla.

Hay tres etapas en el desarrollo de la enfermedad. Cada uno de ellos tiene síntomas característicos y requiere un tratamiento adecuado.

Primera etapa

La primera etapa en diferentes personas puede ser de diferente duración. En algunos, los cambios en la articulación progresan rápidamente y, después de unos meses, la enfermedad pasa a la siguiente etapa. En otros, la distrofia de la estructura del tejido cartilaginoso ocurre lentamente, pasan años antes de que aparezcan nuevos síntomas.

Signos de la primera etapa de la artrosis de rodilla:

  1. Dolor intermitente en una o ambas rodillas. Suele ocurrir por la mañana, al intentar dar los primeros pasos, durante una larga estancia de pie o al subir o bajar escaleras. El motivo de la aparición de un dolor particularmente pronunciado es el descenso por las escaleras. No hay dolor en reposo.
  2. Hay quejas frecuentes de una ligera sensación de rigidez con movimientos intensos en el área articular. Pero no se observan cambios en la amplitud de los movimientos.
  3. Puede haber una ligera deformidad debido al líquido en la cavidad articular, pero el hueso no cambia.

Todos estos síntomas indican la necesidad de ver a un médico. Si comienza el tratamiento en esta etapa, existe la posibilidad no solo de detener el proceso, sino también de iniciar procesos de recuperación en algunas partes del cartílago.

Segunda etapa

Si no busca ayuda médica, la enfermedad pasa a la siguiente segunda etapa. Al mismo tiempo, los síntomas antiguos se agravan y aparecen quejas adicionales.

Signos que indican que la artrosis ha progresado a la segunda etapa:

  1. El dolor se intensifica. Ocurre con cada movimiento del pie. Con caminatas prolongadas, levantando objetos pesados, la incomodidad es especialmente pronunciada. En reposo, el dolor cede gradualmente.
  2. Al moverse, hay dolor y un crujido de la articulación afectada.
  3. El rango de posibles movimientos comienza a disminuir, lo que puede causar molestias. Cuando una persona intenta doblar la pierna por la rodilla hasta el tope, falla o la flexión causa un dolor agudo.
  4. En el examen, el médico nota pequeños cambios en la forma de la articulación. Si se toma una radiografía, se verá que el espacio articular es demasiado estrecho y se forman crecimientos en los bordes óseos.
  5. Se puede acumular una gran cantidad de líquido en la cavidad articular. Esto se puede detectar durante los procedimientos de diagnóstico y durante el examen de rutina.

Muy a menudo, los pacientes acuden al médico en esta etapa. En esta situación, es muy difícil lograr una recuperación significativa, pero algunos cambios positivos son posibles.

Tercera etapa

artrosis de la radiografía de la rodilla

La tercera etapa ocurre con destrucción severa del cartílago y es la más severa. Quejas y resultados del examen de un paciente con artrosis de la tercera etapa:

  1. Dolor severo, casi constante en la articulación afectada. Al intentar moverse, se intensifica. En reposo, incluso en posición supina, el dolor no desaparece, por lo que hay problemas para dormir.
  2. El movimiento en la articulación está severamente limitado.
  3. A menudo, la rodilla se "congela" en un estado ligeramente doblado. Esto afecta la forma de la pierna y la forma de andar del paciente.
  4. En el examen, se nota una marcada deformidad de la articulación y los huesos.
  5. La imagen de rayos X muestra la ausencia de cartílago en muchas áreas de la superficie articular, esclerosis ósea. El espacio articular se estrecha bruscamente, se encuentra una gran cantidad de osteofitos.

El manejo de estos pacientes es particularmente difícil. Incluso puede necesitar cirugía.

Las razones

Las causas de la artrosis de la articulación de la rodilla son muy diversas. En muy raras ocasiones, una persona que ha sido diagnosticada con esta enfermedad tiene un solo factor que provocó el proceso patológico. En la mayoría de los casos, los cambios en el cartílago se deben a varias razones. Cuantos más factores de riesgo, más intensa es la destrucción y pérdida de funcionalidad.

Muy a menudo, la artritis es provocada por tales características del cuerpo y circunstancias:

  • cambios en la estructura del sistema musculoesquelético asociados con la edad;
  • lesiones en la rodilla, así como operaciones en las que se puedan producir daños en la articulación;
  • demasiada carga en las extremidades inferiores;
  • anomalías congénitas del sistema musculoesquelético o procesos metabólicos;
  • procesos inflamatorios de diversas etiologías en el área de la rodilla.

Echemos un vistazo más de cerca a estos grupos de causas.

cambios de edad

osteoartritis de la articulación de la rodilla

Muy a menudo, la osteoartritis de la rodilla se desarrolla después de 40 años. Esto se debe al hecho de que a esta edad y a una edad mayor, la estructura del tejido óseo y cartilaginoso se vuelve más frágil y su resistencia al estrés disminuye. Por lo tanto, incluso las caminatas largas pueden ser difíciles de tolerar para las articulaciones de las extremidades inferiores.

Los cambios en el sistema musculoesquelético de las mujeres durante la menopausia son especialmente pronunciados.

Durante este período, el nivel de estrógeno, que antes protegía a los huesos de la pérdida de calcio, disminuye gradualmente y se vuelven más vulnerables.

Lesiones y operaciones

En los jóvenes, la osteoartritis puede ocurrir debido a un traumatismo. Podría ser una pierna rota, una rodilla dislocada, un ligamento desgarrado o un hematoma severo. Cuanto mayor sea el tiempo desde el momento de la lesión hasta que se brinde la asistencia correcta, mayor será el riesgo de complicaciones y la aparición de artrosis en un futuro próximo. Por lo tanto, incluso con lesiones menores en la rodilla, debe ir al hospital.

También existe un alto riesgo de desarrollar artrosis después de intervenciones quirúrgicas en el área de la rodilla. Especialmente peligrosa es la eliminación de meniscos. Después de tal operación, la artrosis ocurre en aproximadamente el 80% de los pacientes.

La artrosis traumática suele desarrollarse rápidamente. Por lo tanto, en tales casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

Sobrecarga

Se observa un estrés excesivo en las rodillas en atletas que participan profesionalmente en deportes relacionados con correr, saltar, levantar pesas. Cuanto más envejece una persona, más cuidadosamente debe seleccionar opciones para la actividad física en el entrenamiento. Particularmente peligrosos para las rodillas son las sentadillas, los movimientos bruscos y trotar en caminos pavimentados.

Demasiada tensión en las articulaciones de las piernas es típica de las personas que padecen obesidad. Luego, el propio peso crea demasiada presión sobre los cartílagos y los huesos, lo que conduce a su rápido desgaste.

Patologías congénitas

dolor de rodilla por artrosis

En el caso de que existan patologías en el sistema musculoesquelético y procesos metabólicos, esto también puede afectar las articulaciones de la rodilla.

Condiciones patológicas congénitas que supongan un alto riesgo de desarrollar artrosis:

  • anomalías de la articulación de la rodilla;
  • pie plano;
  • trastornos del metabolismo de la sal;
  • debilidad ligamentosa.

Si conoce tales problemas, es importante estar especialmente atento al dolor en las rodillas, no ignorarlos y tratar de trabajar en estrecha colaboración con los médicos.

Fenómenos inflamatorios

Con artritis de diversas etiologías, se puede acumular una gran cantidad de líquido en la articulación. Esto lleva al hecho de que se altera la circulación sanguínea, los nutrientes no llegan a los huesos y cartílagos, la estructura del tejido cartilaginoso se destruye. Como resultado, se desarrolla artrosis secundaria.

No menos peligrosos son los procesos inflamatorios en los vasos de las piernas que alimentan la rodilla. Cuando se obstruyen con un trombo, el suministro de sangre se reduce drásticamente, lo que conduce a procesos degenerativos en el cartílago.

Tratamiento

La terapia se prescribe teniendo en cuenta el grado de desarrollo de la enfermedad, sus causas y el estado general del cuerpo. Principios del tratamiento de la artrosis:

  • reducción del dolor;
  • suministro mejorado de cartílago con nutrientes;
  • estimulación de procesos de recuperación;
  • un aumento en el espacio del espacio articular para reducir la presión sobre el cartílago dañado;
  • fortalecer y restaurar las funciones de los músculos que rodean la articulación;
  • Máxima recuperación de las capacidades motoras.

Existen varias opciones de tratamiento para la artrosis de rodilla. Por lo general, incluyen un complejo de procedimientos terapéuticos.

Lo que se puede prescribir para tratar esta enfermedad:

  1. Ejercicios terapéuticos. Son seleccionados por el ortopedista para cada paciente por separado. Si intenta componer un complejo por su cuenta, se involucra en el dolor, el daño a la articulación progresará.
  2. Dieta.
  3. Cirugía, prótesis.
  4. Tratamiento farmacológico: antiinflamatorios no esteroideos (comprimidos o inyecciones), analgésicos, condoprotectores, inyección de glucocorticoides o preparados de ácido hialurónico en la articulación.
  5. Procedimientos adicionales: hirudoterapia, masaje, magnetoterapia, calentamiento con parafina u ozocerita, electroforesis, terapia manual y otros.

Si experimenta dolor en la articulación, debe visitar a un médico. El tratamiento oportuno es la clave para un tratamiento exitoso.